Vínculo entre bienestar y DEI

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El bienestar es un proceso consciente, autodirigido y evolutivo para alcanzar el pleno potencial de cada uno, según el Instituto Nacional del Bienestar.

El bienestar es multidimensional, ya que abarca mucho más que realizar actividad física o comer alimentos saludables. Es atención sanitaria para las comunidades marginadas; crea espacios seguros y sagrados para quienes se enfrentan a la discriminación y el odio; aumenta la concienciación y la accesibilidad para quienes viven con discapacidades; y abraza un mundo en el que valoramos, celebramos y apoyamos todas y cada una de nuestras experiencias y orígenes únicos.

Considere las siguientes "ocho dimensiones del bienestar", promovidas por la Administración Federal de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias y otros organismos.

  • Intelectual: Reconocimiento de las propias actividades mentales creativas y estimulantes.
  • Físico: Movimiento y actividad conscientes, nutrición, alimentación intuitiva y reconocimiento de los cambios en el cuerpo físico. 
  • Emocionales: Conciencia y aceptación de sentimientos y emociones. 
  • Social: Contribución al entorno y a la comunidad. 
  • Ocupacional: Satisfacción y enriquecimiento en la propia vida a través del trabajo. 
  • Espiritual: Nuestra búsqueda de sentido y propósito en la vida. 
  • Financiera: Sentirse seguro y prestar atención a las finanzas actuales y futuras.
  • Medioambiental: Cuidar nuestro entorno y el espacio en el que vivimos.

Cada dimensión del bienestar está interconectada y puede contribuir a un estilo de vida más sano. Por ejemplo, si logramos sintonizar mejor con nuestras emociones y aceptar todos los sentimientos, podremos profundizar en nuestra espiritualidad e influir en nuestra salud social.

Entonces, ¿cuál es la correlación entre estas dimensiones y la diversidad, la equidad y la inclusión (DEI)?
  • ¿Sabías que el 82% de las personas transexuales ha pensado en suicidarse y el 40% ha intentado hacerlo? Según la Biblioteca Nacional de Medicina, el suicidio es más frecuente entre los jóvenes transexuales. 
  • Muchas personas de la comunidad LGBTQIA+ se enfrentan a peores resultados de salud debido a que luchan en silencio. Según la Alianza Nacional de Enfermedades Mentales, los estudiantes de secundaria que se identifican como lesbianas, gais o bisexuales tienen cuatro veces más probabilidades de haber intentado suicidarse que sus compañeros heterosexuales.
  • Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU., los adultos con discapacidad afirman sufrir trastornos mentales frecuentes casi cinco veces más que los adultos sin discapacidad. Hay que tener en cuenta que esta población abarca una amplia escala. Las discapacidades pueden ser visibles o invisibles. 
  • Según la Biblioteca Nacional de Medicina, el 62% de los estadounidenses mayores de 65 años padece más de una enfermedad crónica -como cáncer, enfermedades cardiovasculares, diabetes y depresión- y la prevalencia de múltiples enfermedades crónicas va en aumento. 
  • Entre los adultos con alguna enfermedad mental, los adultos negros (39%), hispanos (36%) y asiáticos (25%) tenían menos probabilidades que los adultos blancos (52%) de recibir servicios de salud mental a partir de 2021, según la Kaiser Family Foundation. 

Estos son sólo algunos ejemplos de la estrecha relación que existe entre el bienestar y la DEI. Cuando la salud mental o física se ve drásticamente afectada, es difícil desarrollar todo el potencial. También puede resultar increíblemente difícil vivir y sentirse bien.

¿Cómo podemos trabajar para cambiar esta situación? 

La inclusión equivale a un sentimiento de pertenencia. Es apoyar y acoger a todas las personas independientemente de su raza, sexo, edad, discapacidad, orientación sexual y religión. Si nos sentimos escuchados y vistos, empezaremos a sentirnos como en casa dentro de nosotros mismos, lo que puede repercutir drásticamente en nuestra salud y bienestar generales. 

Pasos que podemos dar para mejorar nuestro bienestar
(que a su vez ayuda e influye en los demás):
  • Tómate un momento para ti. Puede ser para respirar o para retomar una afición o actividad que te guste hacer.
  • Pasa tiempo con personas que te apoyen para reforzar tu grupo social.
  • Participar en grupos y/o talleres comunitarios. Esto nos da la oportunidad de aprender y crear oportunidades de crecimiento y conexión.
  • Explore la creatividad: lleve un diario, pinte, tome clases de cocina...
  • Busca el movimiento y el ejercicio que mejor le sienten a tu cuerpo. 
  • Celebra tu perspectiva única y tu viaje hasta llegar a ella.
  • Elabore un plan de acción de autocuidado (véase más abajo).

Tómese un momento para revisar el siguiente plan de acción de autocuidado. Al trabajar en el ámbito sanitario, a menudo cuidamos mucho de los demás. ¿En qué medida cuidas de ti mismo?

Gracias,

Allison LaRussa, Licenciada, CPS, RYT
AVP, Health Humanities, Trauma-Informed Sanctuary Frameworks, and Diversity, Equity, and Inclusion
The Wright Centers for Community Health and Graduate Medical Education (Centros Wright para la salud comunitaria y la formación médica de posgrado)